El rascador es un objeto imprescindible para el bienestar de tu gato. Le permite afilar sus uñas, marcar su territorio, y estirar sus músculos. Además, es una fuente de diversión y entretenimiento para tu felino. Pero, ¿sabes cómo explotar la relación de tu gato con su rascador? En este artículo te damos algunas ideas de cómo jugar, dónde ponerlo, cuándo cambiarlo, y más. Sigue leyendo y descubre cómo hacer feliz a tu gato con su rascador.
Cómo elegir el mejor rascador para tu gato
No todos los rascadores son iguales, ni todos los gatos tienen las mismas preferencias. Por eso, es importante que elijas el rascador que mejor se adapte a las necesidades y gustos de tu gato. Algunos aspectos que debes tener en cuenta son:
- El tamaño: el rascador debe ser lo suficientemente alto como para que tu gato pueda estirarse por completo, y lo suficientemente ancho como para que pueda rascar con comodidad.
- El material: el rascador debe estar hecho de un material resistente y agradable al tacto, que no se deshilache ni se rompa con facilidad. El sisal es uno de los materiales más recomendados, ya que es duradero y natural.
- La forma: el rascador puede tener diferentes formas, desde simples postes hasta complejos árboles con plataformas, cuevas, juguetes, etc. Lo importante es que el rascador ofrezca variedad y estimulación a tu gato, y que se ajuste al espacio disponible en tu casa.
- El color: el color del rascador puede influir en el interés de tu gato por él. Los colores claros y neutros suelen pasar más desapercibidos, mientras que los colores vivos y contrastados pueden llamar más la atención. También puedes elegir un color que combine con la decoración de tu hogar.
Cómo colocar el rascador en el lugar adecuado
El lugar donde coloques el rascador es fundamental para que tu gato lo use con frecuencia y satisfacción. Algunos consejos para elegir el lugar adecuado son:
- Elige un lugar visible y accesible: el rascador debe estar en un lugar donde tu gato pueda verlo y llegar a él fácilmente, sin tener que saltar o trepar. Evita ponerlo en rincones oscuros o escondidos, o detrás de muebles o puertas.
- Elige un lugar tranquilo y seguro: el rascador debe estar en un lugar donde tu gato pueda rascar sin ser molestado ni interrumpido. Evita ponerlo cerca de fuentes de ruido o estrés, como la televisión, el teléfono, o la lavadora. También evita ponerlo cerca de la comida, el agua, o el arenero, ya que pueden generar conflictos con otros gatos o mascotas.
- Elige un lugar estratégico: el rascador debe estar en un lugar donde tu gato pueda marcar su territorio y sentirse cómodo. Puedes ponerlo cerca de las ventanas, las puertas, o los sofás, que son lugares donde los gatos suelen rascar para dejar su huella. También puedes ponerlo cerca de su cama o su zona de descanso, para que pueda estirarse y relajarse.
Cómo incentivar a tu gato a usar el rascador
Aunque el rascador sea el mejor del mundo, y esté en el lugar perfecto, puede que tu gato no lo use si no le das un poco de motivación. Algunas formas de incentivar a tu gato a usar el rascador son:
- Usa el juego: el juego es una de las mejores formas de estimular a tu gato y hacer que se interese por el rascador. Puedes usar juguetes como plumas, ratones, o pelotas, y moverlos cerca o sobre el rascador, para que tu gato los persiga y los atrape. También puedes usar tu mano o un láser, y hacer que tu gato siga tus movimientos y los rasque.
- Usa el refuerzo positivo: el refuerzo positivo es una técnica que consiste en premiar a tu gato cuando hace algo que te gusta, y así reforzar su conducta. Puedes usar golosinas, caricias, o elogios, y dárselos a tu gato cada vez que use el rascador. De esta forma, asociará el rascador con algo bueno y querrá repetirlo.
- Usa el olfato: el olfato es uno de los sentidos más desarrollados y poderosos de los gatos, y puedes usarlo para atraer a tu gato al rascador. Puedes usar hierba gatera, un producto natural que tiene un efecto estimulante y atractivo para muchos gatos, y rociarla o frotarla sobre el rascador. También puedes usar tu propio olor, y frotar tu mano o una prenda tuya sobre el rascador, para que tu gato se sienta más cercano a ti.
Cómo limpiar y cambiar el rascador
El rascador es un objeto que se ensucia y se desgasta con el uso, y que requiere de un mantenimiento periódico para que siga siendo funcional y atractivo para tu gato. Algunas recomendaciones para limpiar y cambiar el rascador son:
- Limpia el rascador regularmente: el rascador puede acumular polvo, pelo, o restos de uñas, que pueden hacer que tu gato lo rechace o que se enferme. Para limpiarlo, puedes usar un cepillo o un aspirador, y retirar la suciedad superficial. También puedes usar un paño húmedo o un producto específico para limpiar el material del rascador, y eliminar las manchas o los olores.
- Cambia el rascador cuando sea necesario: el rascador puede deteriorarse o romperse con el tiempo, y dejar de ser útil o seguro para tu gato. Para cambiarlo, puedes optar por reemplazar la parte dañada, si es posible, o por comprar uno nuevo. No tires el rascador viejo de golpe, sino que déjalo junto al nuevo, para que tu gato se acostumbre al cambio. También puedes usar las técnicas de incentivo que te hemos dado antes, para que tu gato se adapte al nuevo rascador.
El rascador es un objeto imprescindible para el bienestar de tu gato. Le permite afilar sus uñas, marcar su territorio, y estirar sus músculos. Además, es una fuente de diversión y entretenimiento para tu felino. Pero, ¿sabes cómo explotar la relación de tu gato con su rascador? En este artículo te hemos dado algunas ideas de cómo jugar, dónde ponerlo, cuándo cambiarlo, y más. Sigue estos consejos y descubre cómo hacer feliz a tu gato con su rascador.
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