Tu gato, un aliado del veterinario

Los gatos son animales independientes y territoriales, que no les gusta salir de su zona de confort ni enfrentarse a situaciones desconocidas. Por eso, cuando los llevamos al veterinario, pueden mostrarse asustados, agresivos o reacios a cooperar. Esto puede dificultar el trabajo del veterinario y afectar a la salud y el bienestar de nuestro gato. Para evitarlo, es importante que sepamos cómo ayudar a que nuestro gato coopere con los veterinarios durante sus consultas en una clínica. En este artículo te damos algunos consejos prácticos.

Mantén la calma y el contacto

Tu gato puede percibir tu estado de ánimo y tu actitud, y si tú estás nervioso o ansioso, él también lo estará. Por eso, es importante que mantengas la calma y el contacto con tu gato durante la consulta, y que le transmitas seguridad y confianza. Algunas formas de hacerlo son:

• Hablarle con voz suave y cariñosa, y decirle palabras de ánimo y elogio.
• Acariciarle con delicadeza, y masajearle las orejas, el cuello o el lomo.
• Evitar el contacto visual con otros animales o personas, y cubrir la transportadora con una toalla o una manta.
• No forzarle a salir de la transportadora, ni a interactuar con otros animales o personas.

Colabora con el veterinario

El veterinario es el profesional que mejor conoce la salud de tu gato, y el que puede resolver todas tus dudas y preocupaciones. Por eso, es importante que colabores con el veterinario durante la consulta, y que sigas sus indicaciones y consejos. Algunas formas de colaborar con el veterinario son:

• Informarle sobre el historial médico de tu gato, sus vacunas, sus desparasitaciones, sus enfermedades, sus alergias, sus medicamentos, etc.
• Comentarle cualquier cambio o problema que hayas observado en tu gato, como su comportamiento, su apetito, su peso, su orina, sus heces, etc.
• Preguntarle todo lo que quieras saber sobre la salud y el cuidado de tu gato, como su alimentación, su higiene, su actividad, su prevención, etc.
• Seguir sus recomendaciones sobre los tratamientos, los medicamentos, las revisiones, las pruebas, etc.

Premia a tu gato

Tu gato puede asociar la visita al veterinario con algo negativo y doloroso, y por eso puede resistirse a ir o a cooperar. Para cambiar esta percepción, es importante que premies a tu gato después de la consulta, y que le hagas ver que ha hecho algo bueno y que estás orgulloso de él. Algunas formas de premiar a tu gato son:

• Darle su comida o golosina favorita, y dejarle que coma a su gusto.
• Ofrecerle su juguete o juego preferido, y jugar con él hasta que se canse o se aburra.
• Darle mucho amor y atención, y dejarle que se acurruque contigo o que duerma a tu lado.
• Felicitarle con voz alegre y entusiasta, y decirle que es el mejor gato del mundo.

Conclusión

Los gatos son animales independientes y territoriales, que no les gusta salir de su zona de confort ni enfrentarse a situaciones desconocidas. Por eso, cuando los llevamos al veterinario, pueden mostrarse asustados, agresivos o reacios a cooperar. Pero si seguimos estos consejos, podremos ayudar a que nuestro gato coopere con los veterinarios durante sus consultas en una clínica. Así, nuestro gato tendrá una mejor experiencia en la consulta, y nosotros estaremos más tranquilos y felices.

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