Urgencias veterinarias en gatos: cómo reconocerlas y actuar

Los gatos son animales curiosos y aventureros, que a veces se meten en problemas o se exponen a situaciones de riesgo. Por eso, es importante que como propietarios sepamos identificar lo que es una urgencia veterinaria en gatos y lo que no es una urgencia veterinaria en gatos, para poder actuar de forma adecuada y evitar que nuestro gato sufra más de lo necesario.

En este artículo te damos algunos criterios y ejemplos para que puedas distinguir entre una urgencia y una no urgencia, y te explicamos qué hacer en cada caso.

¿Qué es una urgencia veterinaria en gatos?

Una urgencia veterinaria en gatos es una situación en la que la vida o la salud de nuestro gato está en peligro inminente, y que requiere de una atención veterinaria inmediata. Algunas de las causas más frecuentes de urgencias veterinarias en gatos son:

• Accidentes: atropellos, caídas, quemaduras, electrocuciones, etc.
• Intoxicaciones: por ingestión de alimentos, plantas, medicamentos, productos químicos, etc.
• Enfermedades: infecciones, obstrucciones, insuficiencias, tumores, etc.
• Traumatismos: heridas, fracturas, hemorragias, mordeduras, etc.
• Alteraciones: convulsiones, parálisis, shock, coma, etc.

Algunos de los signos que pueden indicar que nuestro gato está sufriendo una urgencia veterinaria son:

• Pérdida de conciencia o de respuesta
• Dificultad para respirar o jadeo excesivo
• Pulso débil o irregular
• Temperatura corporal muy alta o muy baja
• Encías pálidas, azuladas o amarillentas
• Problemas para orinar
• Vómitos o diarreas con sangre o persistentes
• Dolor intenso o incontrolable
• Inflamación o hinchazón anormal
• Cambios de comportamiento o de actitud

Si observamos alguno de estos signos en nuestro gato, debemos actuar con rapidez y llevarlo al veterinario lo antes posible, ya que puede tratarse de una urgencia que comprometa su vida o su salud.

¿Qué no es una urgencia veterinaria en gatos?

Una no urgencia veterinaria en gatos es una situación en la que la vida o la salud de nuestro gato no está en peligro inminente, y que no requiere de una atención veterinaria inmediata. Algunas de las causas más frecuentes de no urgencias veterinarias en gatos son:

• Problemas de piel: alergias, dermatitis, parásitos, etc.
• Problemas digestivos: gastritis, estreñimiento, indigestión, etc.
• Problemas dentales: gingivitis, sarro, caries, etc.
• Problemas de comportamiento: estrés, ansiedad, agresividad, etc.

Algunos de los signos que pueden indicar que nuestro gato está sufriendo una no urgencia veterinaria son:

• Pérdida de pelo o caspa
• Vómitos o diarreas ocasionales o leves
• Mal aliento o dientes sucios
• Maullidos excesivos o arañazos en los muebles

Si observamos alguno de estos signos en nuestro gato, no debemos alarmarnos ni llevarlo al veterinario de forma precipitada, ya que puede tratarse de una no urgencia que no ponga en riesgo su vida o su salud.

Sin embargo, tampoco debemos ignorarlos ni dejarlos sin tratamiento, ya que pueden ser indicativos de algún problema de salud subyacente o de algún malestar emocional. Lo más recomendable es que consultemos con nuestro veterinario habitual, y que le pidamos una cita para que examine a nuestro gato y le haga las pruebas necesarias.

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